top of page
Search

¿Cómo está tu relación con el dinero?




"¿Cómo es tu relación con el dinero? ¿Has hablado con el dinero sobre esto? ¿Le preguntaste cómo se siente? ¿Le agradeciste?" Me quedé esperando a que mi mentora se riera de su propio chiste, pero la risa no llegaba. Me estaba hablando muy en serio cuando hacía estas preguntas. Quería que las analizará profundamente.

Siempre pensé que mi relación con el dinero era excelente. El dinero siempre estaba ahí cuando yo quería. Nunca había experimentado carencias, ni tenido que preocuparme por ver de donde sacar dinero o por no tener suficiente. De hecho, tenía más que suficiente dinero y, de acuerdo con los estándares comunes, mi dinero estaba creciendo y sirviéndome bastante bien. Era una presencia constante en mi vida y yo juraba que tenía ese tema dominado.

¿Qué si quería tener más? Por supuesto, ¿quién no? ¿Por qué otra razón habría invertido tanto en un programa de mentoria enfocado precisamente en como hacer millones? No era solo que quisiera más (dinero, libertad, abundancia en general); era que sabía que podía hacerlo mucho mejor. Intuitiva o energéticamente, sabía que había algo que me faltaba y que me impedía aprovechar al máximo mi dinero. Se podría decir que estaba muy abierta y lista para explorar las posibilidades. Así que ahí estaba yo, lápiz y papel en mano, escuchando a mi mentora y pensando: "¿De qué está hablando?"

No estaba totalmente perdida, había pasado suficiente tiempo en el mundo del desarrollo personal y espiritual para saber que el dinero no es solo una cosa. Es una energía; está en constante movimiento, entra y sale de nuestras manos (o cuentas bancarias) constantemente. Al igual que con cualquier otra energía, nuestra vibración, nuestra frecuencia, puede atraerla o alejarla. Puede estar en movimiento o estancarse. Podemos profundizar en esto en otro momento.

Pero esta conversación estaba llevando el tema a un nivel completamente diferente. ¿Hablar con mi dinero? ¿Preguntarle cómo se siente? ¿Alinear estrategias y planes con él? El dinero no tiene sentimientos, ¿o sí?

El caso es que, como cualquier otra energía, el dinero quiere asociarse con nosotros, tener una relación íntima con nosotros. Quiere apoyarnos, amarnos y estar disponible para nosotros. Sin embargo, es posible que no nos comportemos como el mejor socio que el dinero puede tener.

Verás, mientras mi mentora continuaba su explicación, me di cuenta de que nunca había prestado suficiente atención a mi dinero. Había asumido que era su trabajo estar ahí para mí, cuidarme y saber exactamente lo que yo necesitaba. Todo lo que tenía que hacer era pefir. Si esto hubiera sido una sociedad, relación o amistad, mi socio, “Dinero”, me habría dejado hace mucho tiempo. Se habría dado cuenta de que estaba completamente absorta en mí misma y que no prestaba ninguna atención a sus necesidades o sentimientos. Lo único que me importaba era que apareciera, cuando se lo pedía, y que trajera siempre bonitos regalos (viajes, joyas, ropa, etc). Nunca le hablé sobre nuestro futuro juntos o hacia dónde veía que iba la relación, nunca le pedí opiniones o pensamientos a “Dinero” antes de hacer planes y, ciertamente, nunca le agradecí ni mostré ningún aprecio real por él. De hecho, era un milagro que esta relación no se hubiera hundido por completo.

Mi mente iba a mil por hora. Ahí estaba yo, pensando que, con un MBA en Finanzas y años de experiencia en empresas, sabía todo lo que tenía que saber sobre dinero, presupuestos, inversiones, creación de riqueza, etc; cuando eso era solo la punta del iceberg. Había mucho más que nunca había visto, que ni siquiera había comenzado a recorrer. Tantas preguntas e ideas para explorar.

Si "Dinero" y yo habíamos llegado tan lejos y logrado tanto, con tan mala comunicación, ¿qué podríamos lograr él y yo juntos si realmente le mostrara algo de amor y afecto y trabajara para mejorar nuestra relación?

Y, ¿cómo hago eso? Es decir, estoy abierta a un poco de "woo-woo" aquí y allá (ok, ok, mucho woo-woo), pero sigo pretendiendo ser una profesional seria y respetable. ¿Qué pensarían mis colegas si se enteraran de que había programado citas con "Dinero"? Apuesto que asumirían que finalmente había conocido a alguien y ese era su apodo. ¿Qué piensan ustedes?

De todos modos, volvamos a la relación importante de hoy, estaba claro que, si quería más dinero en mi vida, "Dinero" y yo necesitábamos urgentemente terapia de pareja. Tendría que comprometerme en esta relación tanto como "Dinero" lo había hecho, y estar dispuesta a comunicarme y abrirme a ella.

Entonces, ¿a qué nos comprometimos “Dinero” y yo ese día?

En primer lugar, fui yo quien tuvo que comprometerse. “Dinero” siempre estuvo ahí, incondicionalmente y listo para lanzarse de cabeza en esta relación. Era yo quien tenía los miedos al compromiso, los problemas de comunicación, los traumas pasados ​​y las expectativas poco realistas y los estaba transfiriendo a nuestra relación.

Entonces, primero que nada tenía que reconocer y aceptar todo esto y lo hice, al decirle públicamente (bueno en una carta) a “Dinero” cuánto valoraba nuestra relación, su apoyo incondicional y todo lo que hizo por mí. Me disculpé por darlo por sentado. Acepté la ayuda y el apoyo de “Dinero”. Lo honré y admití que nunca habría sido capaz de hacer esto sin él y lo agradecida que estaba (y estoy) por todo, especialmente, porque “Dinero” nunca se rindió conmigo. (Les mostraría la carta, pero creo que, en las relaciones, algunas cosas deben permanecer privadas;)

Una vez que salió a la luz, Dinero y yo nos sentamos y programamos tiempo de calidad juntos. Necesitábamos revisar muchas cosas:

• Nuestras creencias, como vemos el mundo y nuestra relación

• Nuestros planes para el futuro, ¿qué estamos construyendo juntos?

• Nuestras inversiones

• ¿Cómo queremos contribuir al mundo?

Hablamos y hablamos, pasamos toda la noche hablando. Había mucha tela que cortar, mucho que yo necesitaba dejar ir. Tantas creencias que tuve que cambiar, como que no se supone que "Dinero" anticipe mágicamente todas mis necesidades y las satisfaga. Si le digo a "Dinero" lo que necesito y quiero, él me ayudará a conseguirlo.


“Dinero" no quiere que yo trate constantemente de demostrar que soy lo suficientemente buena y mejor que los demás. “Dinero" me ama, y ​​puedo confiar y depender de él. Quiere apoyarme y verme prosperar.

Le gusto a "Dinero" y disfruta pasar tiempo conmigo y crear imperios juntos.

“Dinero" no quiere que me sienta culpable por lo que me da. “Dinero" quiere que esté orgullosa de lo que logramos juntos y de lo buena que es nuestra relación.

“Dinero" no me castigará si dejo de trabajar y descanso. “Dinero" quiere que disfrute de la vida y sea feliz.

Una vez que hablamos, todo parecía mucho más fácil, más ligero. Como tener un verdadero socio de mi lado. Había estado cargando todo este peso sola y había olvidado por completo que “Dinero” estaba ahí para ayudar y apoyarme. “Dinero” no era solo mi trabajador cumpliendo mis demandas. Es un socio / pareja que está dispuesto a ayudar y apoyar.

“Dinero” y yo establecimos un ritual diario. Nos gusta hablar al final de cada día. Sentarnos tranquilamente, relajarnos con una bebida reconfortante, revisar nuestras nuestras cuentas, ver como estamos, ajustar el plan, hacer algunos nuevos y, lo más importante, agradecer.

3 views0 comments
bottom of page